Vamos hacia la Mola y pasamos el pueblo del Pilar hasta el faro, en donde torcemos hacia la izquierda y bordeamos los acantilados de la parte norte de la Mola hasta un lugar extraño, llenos de viejas construcciones decoradas por los graffiteros locales. Si seguimos el borde del acantilado nos aparecerá una escultura imponente. Un vigilante cornudo, armado hasta los dientes, de un autor anónimo que probablemente cambia en el transcurso de los años.
Este rincón del acantilado es probablemente el lugar más ventoso de la isla. Una corriente fría bate el lugar implacable, restando al Minotauro fuerzas en su vigilia eterna, destruyendo el ensamblaje de sus piezas, y cada tanto una alma caritativa viene a recomponerlo desafiando el viento brutal,
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minotauro 2007 |
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minotauro 2010 |
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